De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud existen seis países en los cuales bajo ningún concepto se puede realizar un aborto utilizando técnicas como el legrado uterino o las pastillas abortivas. Cuatro de estos países se ubican en América Latina y se tratan de Chile, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana.
Estos países se han caracterizado por ser protagonistas de historias escalofriantes donde las mujeres han sido condenadas incluso por tener abortos espontáneos, tal es el caso más reciente de una joven salvadoreña que fue violada en varias ocasiones por un pandillero, en una de esas violaciones la chica, de tan sólo 18 años, quedó embarazada sin saberlo y el sujeto seguía abusando de ella, un día la joven tuvo un aborto espontáneo que la dejó inconsciente, cuando la llevaron al hospital la detuvieron bajo el cargo de homicidio y fue condenada a 30 años de prisión.
La ONU reporta que sólo 58 países de 196 permiten el aborto por solicitud de la mujer respetando sus decisiones, y en 134 países es legal realizarlo sólo si la vida de ella está en peligro. De acuerdo con una organización internacional sin fines de lucro se estima que entre 2010 y 2014 sólo en América Latina se realizaron 6,5 millones de abortos, muchos de ellos practicados en condiciones no favorables y sin contar con el equipo médico necesario y calificado para realizar métodos como la aspiración manual endouterina.
Los otros dos países que también prohíben la interrupción del embarazo sin importar que la vida de la mujer esté en peligro son Malta y el Vaticano, ambos por razones completamente religiosas. Aún se tiene un amplio camino que recorrer para lograr la despenalización mundial del embarazo, sin importar el motivo por el cual deba realizarse.