Desde hace aproximadamente 10 años, diversas regulaciones han ido dificultando el acceso al aborto para las mujeres en EE. UU., hasta que el pasado 24 de junio de 2022, el dictamen de Roe vs. Wade fue anulado. Esto ocasiona que el número de mujeres estadounidenses que cruzan la frontera hacia México para abortar haya incrementado significativamente, en medio de la polémica que desató la filtración del borrador de la Corte Suprema.
“Mi cuerpo, mi decisión”
Después de que se filtrara el borrador en el mes de mayo, millones de mujeres estadunidenses han salido a las calles a protestar para que su decisión sea respetada respecto al tema del aborto legal.
Actualmente, hay 13 estados con normas muy restrictivas ya aprobadas, aunque todavía sin efecto, que entrarían inmediatamente en vigor si la Corte Suprema anula la ley de 1973. Estos estados son: Arkansas, Idaho, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Oklahoma, Tennesse, Utah, Wyoming y Texas. En la mayoría de ellos, las leyes restrictivas, como la aprobada en Texas en septiembre del año pasado, prohíben abortar a partir de las 6 semanas de embarazo, cuando todavía las mujeres no están seguras de estar embarazadas.
Derecho a la salud sexual y reproductiva
El acceso a la interrupción del embarazo en Estados Unidos está previsto como parte del derecho a la privacidad de las personas, a diferencia de la Ciudad de México, en donde se considera como parte del derecho a la salud.
¿Por qué castigar la libre decisión de las mujeres sobre su maternidad? Es difícil justificar por qué un gobierno o las personas no aceptan el derecho de las mujeres a decidir responsablemente sobre su maternidad y las criminaliza si toman la decisión de abortar, incluso si han sido víctimas de un abuso sexual, y por ello quedan embarazadas. No hay mayor discriminación de género, ni mayor anulación del hecho de ser mujer, que llevar al código penal el aborto. Precisamente porque la maternidad es consustancial al hecho de ser mujer, en todas las sociedades se pone en cuestión el derecho a abortar.
A la senadora Julie Gonzales no le preocupa lo que pueda pasar con la sentencia de la Corte Suprema, pues aseguró que el trabajo para garantizar el aborto debe comenzar en los congresos locales.
“Tenemos mucho que hacer para proteger estos derechos para las mujeres y todas las personas que necesitan estos servicios y vamos a hacer todo lo posible para proteger, si esto significa cambiar las leyes, pues órale, estamos aquí en lucha, dedicadas y alistándonos”, dijo.
Si radicas en Estados Unidos, o en una ciudad mexicana donde el aborto no está permitido, viajar a la Ciudad de México es una alternativa para buscar una interrupción legal del embarazo en clínicas certificadas como Ginecafem, donde queremos tenderte una mano amiga durante esta etapa tan complicada. Escríbenos a través de nuestro formulario de contacto, o por WhatsApp para agendar tu cita, con gusto te atenderemos.